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Zacán, Mich., a 24 de diciembre de 2014.- El volcán Paríkutin hizo erupción en febrero de 1943, la lava, prácticamente sepultó al antiguo poblado de San Juan de las Colchas, por lo que sus habitantes tuvieron que emigrar. A casi 72 años de este hecho, las ruinas aún persisten y la torre del templo del Señor de los Milagros emerge imponente de entre el mar negro de piedras.
El volcán Parikutín y el área adyacente es un lugar turístico, a donde los visitantes llegan a pie, a caballo o en automóvil; cientos de personas acuden a recorrer las calles y observar las bardas de lo que eran las casas del antiguo poblado, a caminar sobre la roca volcánica para llegar a las ruinas de la torre.
También muchos van en excursiones y paso para llegar a la cúspide del volcán más joven de México, el Paríkutin.
A pesar de que el próximo 20 de febrero cumplirá 72 años de vida, y de que paradójicamente también acabó con la vida silvestre de esa zona, el lugar sigue igual, abandonado por las autoridades en el aspecto turístico.
En alguna ocasión, personas en campaña electoral presentaron un proyecto para la construcción de un parador turístico en esa zona de las ruinas, que abarcaría el aspecto gastronómico y artesanal, donde se invertirían cerca de 30 millones de pesos en una primera etapa.
Incluso se dijo que este proyecto abarcaba la remodelación de los caminos que van de Zacán, Angahuan y Nuevo San Juan Parangaricutiro, a esa zona volcánica, así como la construcción de un puente de madera sobre la lava para que las personas de la tercera edad y de capacidades diferentes, pudieran llegar a la torra sepultada por la lava.
Pero eso solamente quedó como un proyecto bien intencionado, ya que hasta el momento el lugar sigue igual que hace años: cocinas rústicas con tejados de tejamaníl, sanitarios antihigiénicos y sin servicios adecuados para recibir al turismo que se espera arribe en buen número estos días de fin de año. Es un lugar donde la naturaleza se puede apreciar y vivir a plenitud.
